Obra corta sobre los celos (3 personajes)

Obra de teatro para 3 personajes. La misma nos cuenta la historia de una pareja donde una de las partes padece ataques de celos recurrentes y eso termina convirtiendose en su peor enemigo.

Obra sobre los celos

Título: “Desconfías de ti, no de mí”

Autora: Clara Pérez

3 personajes:

  1. Héctor: Novio inseguro que colma la paciencia de la chica.
  2. Valeria: Novia hastiada de las inseguridades de su novio.
  3.  Alejandro: Amigo de Valeria con quien Héctor acusa a su novia de engañarlo.

Ambientación: salón de la casa de Valeria

Introducción: Valeria y Alejandro hablan animadamente en el salón de la casa de Valeria cuando entra Héctor.

Valeria (rendo de la anécdota que cuenta): Alejandro ¿te acuerdas cuando íbamos al circo y nos escapábamos para intentar tocar los animales?

Alejandro (rendo de buena gana): Claro que me acuerdo, más de una vez nos sacaron regañados, obligándonos a volver a la carpa.

Valeria (Sin dejar de reír): Era muy divertido, ser niños es algo mágico.

De pronto escuchan la puerta y entra Héctor con cara de molestia mirando a Valeria de una manera nada agradable.

Valeria (Relajada y sin entender que pasa): Hola amor, no sabía que vendrías.

Alejandro: ¿Qué cuentas hermano?

Héctor (Hablando irónicamente): Perdón por molestar, no sabía que mi novia estaba ocupada.

Valeria (ya notando la molestia de Héctor e incomodándose): ¿Desde cuando molestas cuando estoy con mi amigo Alejandro?

Héctor (sin dejar de incomodar con su manera de hablar): No sé, como ahora Alejandro siempre está, el que debe sobrar soy yo.

Alejandro (notando lo tenso del ambiente): Bueno… yo me voy y los dejo para que hablen, te llamo luego Valeria, cuídate.

Valeria (apenada): Disculpa Alejandro, está bien luego hablamos.

Alejandro sale de la casa y Héctor se sienta en el sofá como si nada pasara, Valeria molesta se para frente a él.

Valeria (muy enojada): ¿Quieres explicarme que significa todo esto? Alejandro es mi amigo de toda la vida ¿Quién te crees para venir a hacer insinuaciones y a incomodar con tus celos? Cada vez es más difícil soportarte Héctor.

Héctor (enfadado): Todo lo que hago es malo, para ti cualquiera es más importante que yo. Dices que son celos, no son celos ¿pero que hace Alejandro todo el tiempo contigo?

Valeria (ya irritada con la terquedad de Héctor): Yo conozco a Alejandro hace mucho, no seas ilógico, si hubiese querido estar con él, tú no existirías. No voy a dejar de tratar a mi amigo porque tú veas historias donde no las hay.

Héctor (enfadado por ver que no lograba hacer que Valeria le diera la razón): Bueno quédate con tu amigo, aquí el que sobra soy yo.

Héctor se levanta sin dejar que Valeria hable y se va de la casa, Valeria sale de escena y el lugar se queda solo, hasta que suena el móvil de ella y regresa a escena.

Valeria (respondiendo el teléfono y sentándose en el sofá): ¡Aló! Ah eres tu ¿Qué pasa ahora Héctor?-

Se hace un silencio, mientras ella escucha lo que Héctor le dice.

-¿Que te dijeron que? mira Héctor, yo no voy a discutir eso por teléfono contigo, estas mal, eres un celoso crónico, ahora es porque me vieron en la salida del cine, mañana porque no respondí el móvil, ven a casa que necesito hablar contigo.

Valeria se queda en silencio revisando su móvil hasta que suena el timbre de la puerta, se dirige a abrir y Héctor entra, esta vez con cara de víctima y tratando de suavizar la situación.

Héctor (tratando de acercarse a ella): Hola amor, ya estoy aquí ¿Qué quieres que hablemos? Por favor, no vamos a pelear, tú ves cosas que no son, yo te cuido, pero no porque sea un celoso, anda deja de pelear y vamos a comer un helado.

Valeria (muy molesta y evitando que él se le acerque): No vamos a ir a ningún lado, siéntate y escúchame Héctor.

Héctor resignado se sienta y ella aun de pie comienza a hablar.

Valeria (tratando de conservar la calma): Lo siento Héctor, pero yo ya estoy cansada de tus historias que no son ciertas, de que veas cosas donde no las hay, de las acusaciones, que creas que puedes perseguirme, acosarme, que todo el tiempo pienses que te engaño…

Héctor (tratando de interrumpir): amor eso no…

Valeria (molesta): guarda silencio Héctor, me dejas hablar. Es obvio que aquí hay mucha desconfianza, pero no es que desconfíes de mí, desconfías de ti mismo. Eres tan inseguro que no crees que puedes tener una relación donde la persona sea leal a ti, no crees merecerlo, pero no puedes, no tienes el derecho de dañar a alguien porque no creas en ti. Lo siento Héctor pero yo no puedo seguir contigo, quiero una relación donde pueda sentirme bien y donde nadie me acuse de cosas que solo hay en su mente, no quiero seguir contigo, esto se terminó.

Héctor (casi suplicante): Valeria tú no puedes estar hablando en serio, yo no tengo miedo, si confío en ti, pero si tú dices que hay cosas que cambiar, yo las cambio.

Valeria (convencida): No Héctor, la decisión está tomada,  por favor vete y no vuelvas a molestarme.

Valeria se dirige a la puerta abriéndola para que él salga, Héctor titubea un poco pero al final sale resignado y Valeria cierra la puerta tras él, regresando al sofá, sentándose y respirando profundo.

FIN

3 comentarios en «Obra corta sobre los celos (3 personajes)»

  1. La misma nos cuenta la historia de una pareja donde una de las partes padece ataques de celos recurrentes y eso termina convirtiendose en su peor enemigo.

    4 personajes:

    Héctor: Novio inseguro que colma la paciencia de la chica.
    Valeria: Novia hastiada de las inseguridades de su novio.
    Alejandro: Amigo de Valeria con quien Héctor acusa a su novia de engañarlo.
    Claudia: Amiga de Valeria que acompaño en la visita a Alejandro

    Ambientación: salón de la casa de Valeria

    Introducción: Valeria, Alejandro y Claudia hablan animadamente en el salón de la casa de Valeria cuando entra Héctor.

    Valeria, Alejandro y Claudia (riendo de la anécdota que cuentan).

    Claudia: Bueno, voy al baño

    Valeria (se queda sola con Alejandro): Alejandro ¿te acuerdas cuando íbamos al circo y nos escapábamos para intentar tocar los animales?

    Alejandro (riendo de buena gana): Claro que me acuerdo, más de una vez nos sacaron regañados, obligándonos a volver a la carpa.

    Valeria (Sin dejar de reír): Era muy divertido, ser niños es algo mágico.

    De pronto escuchan la puerta y entra Héctor con cara de molestia mirando a Valeria de una manera nada agradable.

    Valeria (Relajada y sin entender que pasa): Hola amor, no sabía que vendrías.

    Alejandro: ¿Qué cuentas hermano?

    Héctor (Hablando irónicamente): Perdón por molestar, no sabía que mi novia estaba ocupada.

    Valeria (ya notando la molestia de Héctor e incomodándose): ¿Desde cuando molestas cuando estoy con mi amigo Alejandro?

    Héctor (sin dejar de incomodar con su manera de hablar): No sé, como ahora Alejandro siempre está, el que debe sobrar soy yo.

    Alejandro (notando lo tenso del ambiente): Bueno… yo me voy y los dejo para que hablen, te llamo luego Valeria, cuídate.

    Claudia (regresando a escena, notando la incomodidad del ambiente): ¿Qué pasó?, bueno, creo que estamos interrumpiendo.

    Valeria (apenada): Está bien luego hablamos.

    Alejandro sale de la casa y Héctor se sienta en el sofá como si nada pasara, Valeria molesta se para frente a él.

    Valeria (muy enojada): ¿Quieres explicarme que significa todo esto? Alejandro es mi amigo de toda la vida ¿Quién te crees para venir a hacer insinuaciones y a incomodar con tus celos? Cada vez es más difícil soportarte Héctor.

    Héctor (enfadado): Todo lo que hago es malo, para ti cualquiera es más importante que yo. Dices que son celos, no son celos ¿pero que hace Alejandro todo el tiempo contigo?

    Valeria (ya irritada con la terquedad de Héctor): Yo conozco a Alejandro hace mucho, no seas ilógico, si hubiese querido estar con él, tú no existirías. No voy a dejar de tratar a mi amigo porque tú veas historias donde no las hay.

    Héctor (enfadado por ver que no lograba hacer que Valeria le diera la razón): Bueno quédate con tu amigo, aquí el que sobra soy yo.

    Héctor se levanta sin dejar que Valeria hable y se va de la casa, Valeria sale de escena y el lugar se queda solo, hasta que suena el móvil de ella y regresa a escena.

    Valeria (respondiendo el teléfono y sentándose en el sofá): ¡Aló! Ah eres tu ¿Qué pasa ahora Héctor?-

    Se hace un silencio, mientras ella escucha lo que Héctor le dice.

    -¿Que te dijeron que? mira Héctor, yo no voy a discutir eso por teléfono contigo, estas mal, eres un celoso crónico, ahora es porque me vieron en la salida del cine, mañana porque no respondí el móvil, ven a casa que necesito hablar contigo.

    Valeria se queda en silencio revisando su móvil hasta que suena el timbre de la puerta, se dirige a abrir y Héctor entra, esta vez con cara de víctima y tratando de suavizar la situación.

    Héctor (tratando de acercarse a ella): Hola amor, ya estoy aquí ¿Qué quieres que hablemos? Por favor, no vamos a pelear, tú ves cosas que no son, yo te cuido, pero no porque sea un celoso, anda deja de pelear y vamos a comer un helado.

    Valeria (muy molesta y evitando que él se le acerque): No vamos a ir a ningún lado, siéntate y escúchame Héctor.

    Héctor resignado se sienta y ella aun de pie comienza a hablar.

    Valeria (tratando de conservar la calma): Lo siento Héctor, pero yo ya estoy cansada de tus historias que no son ciertas, de que veas cosas donde no las hay, de las acusaciones, que creas que puedes perseguirme, acosarme, que todo el tiempo pienses que te engaño…

    Héctor (tratando de interrumpir): amor eso no…

    Valeria (molesta): guarda silencio Héctor, me dejas hablar. Es obvio que aquí hay mucha desconfianza, pero no es que desconfíes de mí, desconfías de ti mismo. Eres tan inseguro que no crees que puedes tener una relación donde la persona sea leal a ti, no crees merecerlo, pero no puedes, no tienes el derecho de dañar a alguien porque no creas en ti. Lo siento Héctor pero yo no puedo seguir contigo, quiero una relación donde pueda sentirme bien y donde nadie me acuse de cosas que solo hay en su mente, no quiero seguir contigo, esto se terminó.

    Héctor (casi suplicante): Valeria tú no puedes estar hablando en serio, yo no tengo miedo, si confío en ti, pero si tú dices que hay cosas que cambiar, yo las cambio.

    Valeria (convencida): No Héctor, la decisión está tomada, por favor vete y no vuelvas a molestarme.

    Valeria se dirige a la puerta abriéndola para que él salga, Héctor titubea un poco pero al final sale resignado y Valeria cierra la puerta tras él, regresando al sofá, sentándose y respirando profundo.

    FIN

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