Título de la Obra de Teatro: Cenicienta
Autor: Charles Perrault
Adaptación de la obra: Georgina Gimenez
Personajes:
- Narrador
- Cenicienta
- Madrastra
- Hermanastra 1
- Hermanastra 2
- Hada Madrina
- Príncipe
- Mensajero
Acto I:
(Entra Cenicienta barriendo, la Madrastra y las Hermanastras están sentadas.)
Narrador: Érase una vez un hombre bueno que tuvo la desgracia de quedar viudo al poco tiempo de haberse casado. Años después, conoció a una mujer muy mala y arrogante, con dos hijas tan arrogantes como ella. El hombre tenía una única hija dulce y buena, llamada Cenicienta.
Madrastra: ¡Cenicienta! ¡Deja de holgazanear y sigue trabajando!
Hermanastra 1: ¡Sí, mira, la estufa está llena de cenizas otra vez!
Hermanastra 2: ¡Cenicienta, Cenicienta! ¡Siempre sucia!
Narrador: Cenicienta nunca se quejaba y siempre cumplía con sus tareas domésticas.
Acto II:
(Las Hermanastras están emocionadas preparando sus vestidos. Cenicienta las ayuda.)
Hermanastra 1: ¡Vamos a ir al baile del Príncipe!
Hermanastra 2: ¡Será maravilloso!
Narrador: Cenicienta también quería ir, pero sabía que no estaba hecho para una muchacha como ella.
Cenicienta: Me encantaría ir al baile…
Narrador: Después de despedir a sus hermanastras, Cenicienta se largó a llorar.
(Aparece el Hada Madrina.)
Hada Madrina: ¿Qué ocurre, Cenicienta? ¿Por qué lloras de esa manera?
Cenicienta: Porque me gustaría ir al baile, pero no tengo forma de ir.
Hada Madrina: Mmmm… creo que puedo ayudarte con eso. Tráeme una calabaza, seis ratones, una rata y seis lagartos.
Narrador: Cenicienta recorrió la casa y trajo lo que le pidió su madrina. Con un golpe de varita, el Hada Madrina convirtió todo en un magnífico carruaje dorado, tirado por seis corceles blancos, un gentil cochero y seis serviciales lacayos.
Hada Madrina: Sólo una cosa más, Cenicienta. Recuerda que el hechizo se romperá a las doce de la noche. Debes volver antes.
Narrador: El Hada Madrina convirtió los harapos de Cenicienta en un magnífico vestido de tisú de oro y plata, y cubrió sus pies con unos delicados zapatitos de cristal.
Acto III:
(En el palacio, el Príncipe y los invitados están presentes. Entra Cenicienta.)
Narrador: Cuando Cenicienta llegó al palacio, todos admiraban su belleza, preguntándose quién era esa hermosa princesa. El Príncipe no tardó en sacarla a bailar.
Príncipe: ¿Me concedéis esta danza?
Narrador: El Príncipe no pudo dejar de admirar a Cenicienta. Ella estaba tan a gusto que no se dio cuenta de que estaban dando las doce.
Cenicienta: ¡Las doce! Debo irme.
Narrador: Cenicienta salió corriendo del palacio, dejando atrás uno de sus zapatos de cristal.
Acto IV:
Narrador: Días después, un hombre desde el palacio llegó a casa de Cenicienta con el zapato de cristal. El Príncipe había ordenado que se lo probaran todas las mujeres del reino.
Mensajero: Pruebense este zapato de cristal.
Hermanastra 1: No me entra.
Hermanastra 2: Tampoco me entra a mí.
Narrador: Cuando llegó el turno de Cenicienta, las hermanastras se echaron a reír.
Hermanastra 1: ¡No hace falta que se lo pruebe! ¡No puede ser ella!
Narrador: Pero Cenicienta se probó el zapato y le quedó perfecto.
Mensajero: ¡Es ella! ¡Llevaré la noticia al Príncipe!
Narrador: Cenicienta y el Príncipe se casaron y fueron muy felices. Cenicienta, con su bondad, perdonó a sus hermanastras y las casó con dos señores de la corte.
(Todos los personajes se reúnen en el escenario para el final feliz.)
Narrador: Y así, Cenicienta demostró que la bondad y la humildad siempre triunfan.
FIN